La idea de reciclar viejos misiles concebida por el ingeniero
aeroespacial de la Alemania nazi Wernher von Braun podrá convertirse al fin en
realidad.
La NASA acaba de firmar un contrato de 10 millones de
dólares para investigar la posibilidad de convertir cohetes usados en
estaciones espaciales. Lo más llamativo del mismo es su antigüedad: medio
siglo. Lo ideó un ingeniero aeroespacial de la Alemania nazi llamado Wernher
von Braun, quien pensó que sería la forma más barata de construir una estación
espacial.
Von Braun fue conocido por desarrollar misiles balísticos
antes de la Segunda Guerra Mundial y diseñar el cohete V-2 para el Tercer
Reich. En 1945 el científico huyó a EE.UU. debido a la operación Paperclip para
trabajar para Washington. Y adquirió la nacionalidad de este país.
El plan consiste en enviar dos cohetes, uno con tripulación
para construir la estación y el otro que llevará un satélite o combustible para
el reabastecimiento. Cuando ambos estén en órbita, la tripulación vaciará de
cualquier resto de combustible del cohete de hidrógeno e instalará allí el
equipo.
El director general de NanoRacks, Jeff Manber, una empresa
privada que está involucrada en el proyecto de la NASA, sostiene que la
propuesta es más asequible e implica menos riesgos que la fabricación en
superficie y posterior puesta en órbita. Las firmas NanoRacks, United Launch
Alliance y Space Systems Loral han sido contratadas para determinar si este
plan de reciclaje de cohetes es viable.
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