lunes, 18 de julio de 2016

La Cueva Sagrada. Al encuentro con el Ser Interior





La Cueva Sagrada es la metáfora de un lugar mágico y misterioso que al que nos dirigimos todos los seres humanos algunas veces. Muchos no saben dónde está ese lugar. Otros tantos si saben bien donde se encuentra pero no saben llegar hasta él.
La Cueva Sagrada es un lugar escondido y oscuro. Por lo tanto nunca se podrá llegar a ese lugar por medio de los sentidos normales del ser, pero si es posible llegar hasta ella a través de lo que se ha venido llamando el intelecto.
Vivimos en una época en la que todo está manipulado por el dinero y los sistemas políticos. La religión, la filosofía, las ciencias paralelas y la confianza en otros seres humanos van en detrimento. Desde mi temprana juventud me he inclinado por todo lo que es positivo, lo natural y la sencillez.
Lo de Cueva viene por el hecho de ser un lugar recóndito e inesperado, pero profundo y reconfortante. Lo de Sagrado porque pertenece al mundo del espíritu, a la evolución intelectual de la vida y a las correctas relaciones entre las personas.
Ser feliz en la Cueva Sagrada no cuesta nada, tan sólo es cuestión de proponérselo con interés y confianza. La fe nunca debe abandonarse por mal que venga y sobre todo, abrir el corazón que es nuestro refugio, nuestra Cueva y actuar con nuestra mente que es Sagrada.
Haz siempre lo que dicte tu corazón, pero siempre con el consentimiento de tu inteligencia.
En la Cueva Sagrada se aprenden muchas cosas que no pueden conocerse por medios normales. Es nuestra alma la que se sitúa por encima de todo y como si se tratase de un video ilustrativo vemos pasar las respuestas perfectas a nuestras incógnitas más profundas.
La diferencia entre el alma influyente o ángel solar y la personalidad o alma humana encarnada es que, el ángel solar tiene carácter exterior divino pero es complementario al alma humana. Pertenece a las esferas de planos astrales superiores donde puede manifestar su influencia positiva a través del vehículo humano que es la personalidad o alma humana encarnada.
La personalidad tiene carácter interno y terrestre, pero desde el punto de vista inmaterial y de la funcionalidad espiritual como es el amor a través de las relaciones kármicas y humanas.
El elemento necesario para el alineamiento con el alma es la voluntad seguida de la expresión del amor inteligente, de forma complementaria  formando así un equilibrio entre la mente y el ser humano, para poder realizar las funciones de esta alma. El resultado para el ser será una situación de equilibrio que lo conducirá a una relación perfecta con lo espiritual.
El conocimiento esotérico puede ser una forma de vida, un camino que enseña y nos conduce a la correcta interpretación de los mensajes de la naturaleza y de la vida. Una forma concretizada de asimilación entre el ego personal y el ego astral, que en coordinación forman una conciencia capaz de comprender el sistema más pequeño que se haya creado y con ello tener un instrumento para la realización espiritual.
El hombre siente su comprensión como algo que llega a su mentalidad sin un por qué o sin una razón aparente. Porque la comprensión no es más que una virtud abstracta que hace a una persona capaz de penetrar en lo más profundo de la vida inteligente. Puede experimentarse en un acto o en un pensamiento. En un acto simbólico donde no exista el deseo ni el egoísmo. En el pensamiento, ante una postura de adaptación psicológica que lo conduce a un estado interno de comunicación con la experiencia positiva.
Pero no se debe caer en la confusión de logismos que dominan el mundo actual. Comprender no es caer en la subordinación, ni tampoco comprender es adaptarse. La comprensión es un acto inteligente que hace que la persona consiga un nivel superior de conciencia en la escala espiritual. El nivel de esa comprensión radica pues, en la capacidad de asimilación y de análisis, del desarrollo y de la puesta en marcha de un pensamiento que compone la vida y que muchos han denominado el pensamiento simiente.
Un ser puede vivir la experiencia sintiendo las emociones de otras personas, es continuar la esencia de algo que es inamovible y que es la persistencia del pensamiento. A veces la comprensión debe adelantarse a los acontecimientos modernos. Entonces es cuando se transforma esta comprensión en una forma más compacta que llamaré Inteligencia del Tiempo, porque no sólo se conoce y se comprende el momento en que se vive, sino la vida que se dejó atrás y la que se vivirá. Con ello la comprensión está en su máximo esplendor, porque no conoce el tiempo, ni el espacio que no son más que cadenas terrenales. La comprensión pasa entonces a funcionar como inteligencia viva.
Pero nos queda mucho que aprender para que lleguemos a comprender realmente la verdad de la vida y de la muerte.
Quizás en un futuro la comprensión sea un paso más hacia el progreso del espíritu humano.

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